Es maravilloso descubrir que tenemos habilidades desconocidas , y que podemos crear adornos tan bellos como los de las tiendas. Más aún cuando esa destreza latente se pone de manifiesto a causa de un hijo, en mi caso una hija , mi pequeña Carolina , por la que comienza esta historia, y a la que intenté crear una habitación de cuento de hadas haciendo con mis propias manos todos sus pequeños detalles. Desde ese mismo instante y hasta el día de hoy mi mayor afición es hacer manualidades.
Madre mía q pinta tiene si dan ganas de comertela. Lo bueno es esta receta no engorda.
ResponderEliminarTe ha quedado preciosa.
Muchas gracias Anita, un beso
ResponderEliminar